Comenzamos un nuevo apartado dedicado a la arquitectura ecológica, esta vez encaminado a mostrar obras poco conocidas que servirán para ilustrar todos los contenidos de los que iremos hablando poco a poco. La mejor manera de comprobar cómo llevar los conceptos teóricos de bioclimatismo, bioconstrucción, etc. a la realidad construida. Y lo hacemos con una vivienda unifamiliar del colectivo Ecosistema Urbano, encabezado por los arquitectos Belinda Tato y José Luis Vallejo.
La vivienda se sitúa en Ranón, en Asturias, rodeada del paisaje y la cultura vernacular propia del norte de España. Esto permite a los arquitectos ofrecer un diseño concreto basado en la reinterpretación del hórreo y de la galería acristalada, elementos identificadores de la arquitectura septentrional. Contiene un programa común de vivienda unifamiliar, con la peculiaridad de permitir, gracias a un sistema de biombos, una configuración personal de la zona de dormitorios (el espacio puede dividirse para dar cabida a uno, dos o tres dormitorios independientes). La planta baja también es un espacio único personalizable.
Podemos apreciar varias características que hacen de esta vivienda un buen ejemplo de arquitectura ecológica.
1) La implantación respeta al máximo las características de la parcela, sin eliminar ningún árbol existente ni desbrozar el manto verde del suelo. Sólo cuatro pilares sirven para alzar el edificio, permitiendo que el terreno natural pase por debajo, manteniendo su pendiente original.
2) Su construcción se concibió desde el principio con la premisa de que fuera desmontable. Eso permitiría poder recuperar todos los materiales utilizados. La estructura mixta de acero y madera, el cerramiento de lamas de madera, los vidrios, las instalaciones... Todo ello puede ser reutilizado o reciclado.
3) El material característico es la madera, elemento natural 100% ecológico.
Tanto el cerramiento exterior como los acabados interiores son de este material.
4) Y la última característica, quizá la más importante: un concienzudo estudio de las condiciones climatológicas del lugar han permitido que el diseño final de la vivienda carezca de calefacción. Aun siendo una zona geográfica con condiciones climáticas duras, especialmente en invierno, ha sido posible eliminar la instalación de calefacción gracias al correcto diseño de la fachada sur, un gran captador solar con doble altura, que junto con el sistema de huecos del resto
de fachadas para la ventilación cruzada, se convierte en un dispositivo bioclimático apto para regular el confor térmico interior.
La madera como aislante, el cortavientos de la entrada, la orientación sur, la zona de doble altura junto al gran ventanal, la ventilación cruzada, la forma compacta, la protección solar... Un buen puñado de pequeños detalles que aumentan notablemente la calidad ecológica de la obra, a la vez que permiten algo a priori descabellado: una vivienda en el norte de España sin calefacción.
Vivienda de acero y madera
Ranón, Asturias
Arquitectos: Ecosistema Urbano;
Belinda Tato y José Luis Vallejo
www.ecosistemaurbano.com
Fotografías: Emilio P. Doiztua
Por David Soria.
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