Su diseñador es
un estudiante de la universidad de Arizona y el objetivo, aprovechar la turbulencia generada por el paso de los coches en las carreteras y autopistas para producir energía.
Se llama
Parasitic Catalist, ya que como su propio autor describe
un parásito es un organismo que vive hospedado en otra especie ( en éste caso, las turbinas sobre la autopista) y un catalizador es un elemento que ayuda a la generación de en éste caso energía, sin afectar lo más mínimo a los elementos circulantes ( los coches).
Su propuesta es más que interesante, ya que pretende sustituir los actuales tubos de acero horizontales que nos encontramos en las autopistas ( en muchos casos con carteles ) por dos turbinas de viento que aprovecharán
la turbulencia en la corriente de aire generada por los coches a su paso.
De éste modo, con una velocidad de paso de 120 km/h se podrían obtener 9,600KwH por cada una de las turbinas. Hay que destacar que la velocidad de fondo del viento más habitual en la autopista para la cual se ha propuesto el sistema es de 18 km/h.
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