Hace ya tiempo que existen los
concentradores solares, pero a diferencia de los convencionales fabricados con espejos de aluminio bajo el nombre de
CoolEarth se han presentado ésta especie de balones hinchables que concentran los rayos solares mediante películas delgadas flexibles, reduciendo los costes hasta un 400%.
Su fuerte estructura puede resistir vientos de hasta 45 m/s y protege la superficie de espejos y el receptor de la lluvia, insectos, suciedad...
Otra de las ventajas es que los concentradores de CoolEarth pueden ser colocados en serie sobre grandes superficies de tierra pudiéndose utilizar el terreno de debajo para otros usos, como la agricultura o la ganadería.
De momento ya han conseguido una
financiación de 21 millones de dólares para acelerar el desarrollo comercial.
Vía:
earth2tech
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